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Hacer ejercicio en invierno



Hay que tener una fuerza de voluntad tremenda para salir con este frío a hacer ejercicio, en lugar de quedarnos en casa al lado de la estufa. Tanto para el que se ejercita antes de sus actividades (el madrugón en estas mañanas heladas es tremendo) como para quien lo hace al terminar la jornada de trabajo (ya es de noche, y las ganas de volver a casa se imponen), en invierno parece que costara más esfuerzo moverse y ejercitarse.

Es cierto, el frío puede espantar a muchos deportistas… aunque no a todos. Los deportistas profesionales no tienen más remedio que salir a entregar aunque haga cero grado. Es su trabajo. Pero para nosotras, es un tema de coraje y voluntad. Por eso, para juntar ánimo, te damos algunos motivos por los que vale la pena:

Es como una inyección de energía que te ayuda a levantar el ánimo y a combatir la depresión durante los días grises, lluviosos y fríos
Activa tu sistema inmunológico y te ayuda a prevenir o a combatir resfriados y otras infecciones por virus, tan comunes en este época del año
En esta temporada de guisos y comidas con un poco más de grasa (que es lo que uno tiene ganas de comer en invierno), ayuda a compensar el exceso de calorías y a mantener un peso sano.
Hacer ejercicio con frío nos puede ayudar a bajar de peso porque activa la quema de grasa. Dicho de forma más simple, cuando el ambiente en el que estamos practicando deporte está frío, nuestro cuerpo necesita regular la temperatura, por lo que necesita energía y esa energía se obtiene a través de la grasa.La grasa utilizada será de aquellas zonas de nuestro cuerpo que presenten mayor cantidad de tejidos adiposos, como las caderas y abdomen.
¿Cómo hacer ejercicio sin congelarte o enfermarte? Esa es la cuestión. A continuación te damos algunos consejos que puedes poner en práctica, para los valientes que insisten en salir fuera a pesar de las bajas temperaturas.

Ropa adecuada. Aunque suene contradictorio, para mantenerte caliente no necesitas cubrirte con más ropa, pues puede afectar tu desempeño y sobrecalentarte. Lo que necesitas es vestirte en capas, para poder quitarte y ponerte algunas prendas en la medida en que te enfrías o te calientas. Es mejor que sea ropa especial para deporte. Por ejemplo, una camiseta de polipropileno, que absorbe el sudor de tu cuerpo y te mantiene seco, algo que el algodón no hace. Para aislar el frío usa un abrigo polar, y encima una chaqueta impermeable para cortar el viento frío o la lluvia.

Manos, pies y cabeza. Cuando el frío aumenta, tus extremidades son las que más sufren porque la sangre se concentra en el centro de tu cuerpo, y corres el riesgo de que se congelen fácilmente. Protege tus manos con guantes que sean impermeables por fuera y tengan forro polar por dentro; cuida tus pies con medias térmicas; y cubre tu cabeza con un gorro polar. También puedes proteger tu cara (principalmente boca, nariz y orejas) con una bufanda deportiva, especialmente si sufres de asma o de alguna alergia ocasionada por el frío.

Zapatos. Como en todo tipo de ejercicio, los zapatos son fundamentales. Cuando llega el invierno considera comprar zapatos deportivos impermeables para que no pase el agua hacia adentro, y pide también que tengan suela con tracción para evitar que te resbales.

Hidratarse. Aún en el frío puedes deshidratarte cuando haces ejercicio. Así que no te olvides de tomar suficientes líquidos antes y durante la actividad física que desarrolles. Hay que tomar casi tanto líquido como en verano, aunque el cuerpo no te lo pida.

Cuidado con el viento. El viento puede jugar en tu contra mientras haces ejercicio pues generalmente aumenta la sensación de frío. Y si estás haciendo actividades rápidas, el frío será mayor. Para ejercitar con el viento a favor puedes empezar a correr de cara al viento y así evitar que te golpee de frente cuando estás regresando bañado en sudor y cansado.

No te desabrigues de golpe. A medida que vayas avanzando, es bueno irte quitando las prendas de abrigo, pero no lo hagas de golpe para evitar enfriarte y engriparte.

Bloqueador. Aunque el sol no se vea muy fuerte, usa un bloqueador para evitar quemarte la piel, en especial la piel de la cara.

No quedarte con la ropa húmeda. Cuando termines la caminata o carrera, abrigate de nuevo, y cambiate inmediatamente la ropa húmeda. Un error común es permanecer desabrigado luego del ejercicio o dejar que la ropa se seque en el cuerpo, si haces algo de esto, es probable que te agarres una buena gripe.